Renacer

"Y justo cuando la oruga pensó que era su fin, se convirtió en una bella mariposa" leí en el pequeño imán que estaba colocado en un locker de una cafetería donde suelo ir. 

El mensaje quedó impregnado en mí como un tatuaje en el corazón. Pensando como muchas veces he creído que es mi fin, cuando ni siquiera ha estado cerca de serlo, y al final es sólo un momento. El otro día veía un documental sobre el tiempo de vida de la tierra, mis ojos se abrieron cuando escuché que el ser humano lleva habitándola, si pusiéramos toda su vida en un año, únicamente los últimos 10 segundos. ¿Cuánto tiempo entonces es de ese periodo mi vida? ¿menos de 1 milésima de segundos? Y estos momentos en los que he creído, exageradamente, que era mi fin ¿0.000001 milésima de segundo si no es que menos? Esos días, han sido en realidad un grano de arena en el mar. Pero más interesante aún es cuando se sale de esos días con fuerzas renovadas, dispuesta a abrazar lo que la vida traiga para mí, poniendo como punto más importante lo que en realidad importa y dejando a un lado lo que creí que era importante pero que al final no lo es. Ahí es cuando la mariposa surge y alza su vuelo sabiendo que nada la hará caer, que sus alas sostienen su peso y confiando en que la vida proveerá para su crecimiento hasta que esta vida haya terminado. 

Curiosamente, en el lugar donde vivo ahora, hay más mariposas que las que he visto en toda mi vida y por lo tanto también gusanos. He aprendido a ver la majestuosidad en ellos, he aprendido que de ser seres que se arrastran comiendo hojas en general, pasan a ser seres que vuelan en una danza que apenas comprendemos, muchas de ellas en parejas, otras en tríos y otras solas, absorben el néctar de las flores posándose en ellas con delicadeza y resaltando aún más la belleza de las mismas, ellas decoran con sus colores vivos mi jardín y con su vuelo traen la alegría a este pequeño espacio colmado de hojas verdes y flores. 

Así mismo, cuando pasamos de este momento de obscuridad y volvemos a renacer y alzamos nuestro vuelo, decoramos nuestra vida y la vida de otras personas y traemos alegría a nuestro entorno, donde si, nosotros lo permitimos, irradiamos luz hacia el corazón de otras personas con nuestra felicidad y sobretodo cofianza que: "todo estará bien".